Mens Sana In Corpore Sano

Puede parecer que la edad es la encargada de marcar nuestro ritmo y estilo de vida. Mucho más lejos de la realidad puesto que nuestra mente juega un papel fundamental. Determinar cómo nos sentimos no lo marcan unas cifras y ese es el principio para empezar a sentirse bien.

 

Dicen que la vida es aquello que pasa mientras nos dedicamos a hacer otros planes. Pero es que, si lo pensamos con frialdad, pasamos la mayor parte de nuestro tiempo organizando y planificando y nos olvidamos de lo más esencial: Vivir. ¿Eso es lo que verdaderamente queremos?

 

Puede que la rutina sea uno de los principales inconvenientes pero no debe ser nuestra excusa para permitir que el estancamiento se apodere de nuestro estado de ánimo habitual. Para ello, en nuestro blog de hoy, hemos elaborado un listado de cinco tips para combatir la apatía, para despertar nuestro yo interior.

 

#1. Motivación.

 

La espera desespera y eso lo conocemos muy bien. El mundo no deja de girar porque nosotros hayamos decidido pararnos. Es por esto por lo que tenemos que estar constantemente buscando un aliciente que haga disparar nuestra adrenalina. ¿Qué despeja nuestra mente?

 

#2. Explora.

 

Iniciar nuevas rutas de camino hacia el trabajo. Organizar un viaje a cualquier parte, ya sea lejos o cerca, siempre dentro de las posibilidades. Aparcar por un momento las responsabilidades y no olvidarnos de vivir.

 

#3. Inspírate.

Sacar tiempo para ver una buena película o para retomar aquél libro que dejamos olvidados en un cajón. Buscar tiempo para ti y por un momento ser egoísta. Pensar que es un bien común y algo completamente necesario. Pensar en los demás está muy bien pero pensar en nosotros mismos, también.

 

#4. Abre tu mente.

Empezar a añadir nuevas rutinas a nuestro día a día puede ser una buena opción. Practicar algún tipo de deporte, además de los beneficios físicos que podemos conseguir con ello, puede ser una buena forma para empezar a sentirnos bien con nosotros mismos.

 

#5. Evádete.

Alejar todo lo que nos frustra y crea en nosotros un estado de ansiedad. Y si lo tienes claramente identificado, ¡ponle freno!

 

 

El primer paso está en la iniciativa. ¿Hasta dónde quieres llegar? Combatir la apatía y la desgana puede ser una buena motivación para nuestro día a día. ¿Rutina? ¡Rompamos con ella!