EL GENOMA HUMANO Y LOS COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS

EL GENOMA HUMANO Y LOS COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS

Por Genoma humano entendemos la totalidad de la información genética almacenada en el ADN de las células. Cada persona tiene su propio genoma, el cual guarda una gran similitud (99,8%) con todos los de su propia especie. Esa información, que se encuentra almacenada en todas y cada una de nuestras células y que nos define e identifica como ser único e independiente, es lo que conocemos como genoma.

El genoma humano, ese gran libro de la vida que contiene las instrucciones que determinan las características físicas y en parte psicológicas e intelectuales del individuo, ha sido recientemente descifrado en más del 99% de su totalidad, gracias al esfuerzo de un consorcio público internacional (Proyecto Genoma Humano) y una empresa privada (Celera). Pero, habrá que esperar algunos años más, hasta disponer de la información completa del genoma.

Gracias a estos avances, poco a poco iremos conociendo porque, personas que comen lo mismo, algunas sufrirán aumento de peso, otras padecerán enfermedades cardiacas o alergias, mientras que a otras no les pasará nada. Según se vayan produciendo los avances en la investigación del genoma humana sabremos qué nutriente o nutrientes serán los más apropiada para cada persona y no para cada enfermedad, y en vez de tratar enfermedades, se tratarán pacientes.

Complementos Alimentos  para las necesidades de cada persona

El estudio del genoma humano contribuirá a determinar cuál es el efecto de cada uno de los nutrientes en nuestros genes y por qué las personas responden de forma diferente a los diversos nutrientes y dietas. Además, esto servirá para producir complementos con efectos nutricionales específicos, destinados a satisfacer las necesidades particulares de un individuo. Dichos complementos, con componentes biológicamente activos que ofrecerían la posibilidad de mejorar la salud o reducir el riesgo de enfermedad, podrían contribuir a neutralizar los efectos de ciertos genes e incluso retrasar algunas enfermedades o problemas de salud crónicos.

Los científicos esperan obtener resultados prometedores en la investigación del envejecimiento, de tal manera que métodos basados en la alimentación y el consumo de complementos alimenticios específicos incrementen la esperanza de vida y mejoren la calidad de vida en la vejez.

La investigación sobre los genes (el genoma humano) puede ayudar a encontrar la forma de desarrollar alimentos especiales individualizados para hacer que las dietas sanas resulten más atractivas, mejorando el sabor de los alimentos o añadiendo propiedades beneficiosas a ciertos ingredientes básicos de la dieta.

Los estudios sobre plantas y microorganismos también podrían llevar a descubrir nuevos componentes buenos para la salud y determinar qué ingredientes funcionales hacen efecto cuando se consumen aislados de otros nutrientes y cuáles necesitan ser ingeridos como un complemento alimenticio.

Hoy, las autoridades públicas sanitarias establecen un conjunto de pautas alimentarias generales para toda la población. Sin embargo, no todas las personas responden de forma similar a la dieta. De hecho, la necesidad de vitaminas y minerales varía de unos individuos a otros y con la edad. Los efectos protectores de sustancias como las isoflavonas, los flavonoides y el resveratrol, también difieren de una persona a otra. El sodio aumenta la presión arterial de algunas personas y de otras, no, y la capacidad de las fibras alimenticias de reducir el colesterol también está sujeta a influencias genómicas.

Se sabe desde hace años que muchas enfermedades (cáncer de mama, las enfermedades musculares, la sordera y la ceguera)  tienen un componente genético. Llegará el día en el que será posible aplicar estos experimentos a personas para determinar qué genes están relacionados con enfermedades y afecciones concretas y para elaborar la dieta más conveniente para la salud de cada individuo. Puede incluso que en el futuro sea habitual que los profesionales de la salud recomienden dietas hechas a medida en función de las necesidades de cada persona a partir de la información contenida en su genoma.